La estrecha cooperación, la confianza mutua y motivos estratégicos llevan, ya antes de 1970, a pensar en una adquisición de la producción de motores. Las motos de nieve de Bombardier, convertidas en la marca líder en el mundo, aprovechan la potencia y la fiabilidad de los motores Rotax. Mientras que la estrecha colaboración tiene como resultado productos cada vez más innovadores, Bombardier desea asegurarse la adquisición de los motores necesarios para ellos. De modo que, en 1969, Bombardier decide informar a la empresa Lohnerwerke (principal accionista de la Rotax-Werk AG) sobre su intención de compra. Aquí se toma una decisión rápidamente, y es que se teme que Bombardier funde una fábrica propia de motores y, con ello, las ventas de motores de motos de nieve de Rotax se reduzca considerablemente. El 12.01.1970 Bombardier adquiere la Lohnerwerke y, con ello, todas sus acciones de Rotax. Las empresas Lohnerwerker y Rotax son ahora la «Bombardier-Rotax GmbH». Las dos fábricas, en Gunskirchen y en Viena, siguen siendo divisiones independientes. Nace una empresa que produce 267.000 motores al año y que cuenta con más de 1.000 empleados.
ADQUISICIÓN POR PARTE DE BOMBARDIER{{br}E INVERSIONES EN GUNSKIRCHEN
Bombardier adquiere la empresa Lohnerwerke y todas las acciones de la empresa Rotax Werk AGUNA ADQUISICIÓN CON MENSAJE
EL ESCEPTICISMO DEJA PASO A LA EUFORIA
Debido a la historia de Rotax, en la empresa se muestran un tanto escépticos ante esta adquisición. Pero la estrecha cooperación de los años anteriores da sus frutos y, poco después, el miedo a una posible pérdida de puestos de trabajo da paso a una gran euforia sobre el futuro común: «Nos alegramos mucho del compromiso de Bombardier, por ello reinaba la euforia. Al fin y al cabo era nuestro principal cliente, y tenía potencial para seguir invirtiendo en Gunskirchen. Y así fue», recuerda Gerhard Niederwimmer, por aquel entonces mecánico en la sección de desarrollo de Rotax en el año 1969/70. También el entonces jefe de desarrollo, Dr. Heinz Lippitsch, recuerda: «Había una cierta agitación en el ambiente. La inseguridad se disipó rápidamente, ya que Bombardier hizo grandes inversiones. En 1972 se construyeron nuevas naves. Seguidamente, las relaciones con el nuevo grupo motriz fueron muy buenas».
- Helmut Rothe, Laurent Beaudoin y Karl Pötzlberger, 1970 (Archives, Museum ofIngenuity J. Armand Bombardier)
- Nuevo logotipo y nombre de empresa para Rotax, 1970 (BRP-Rotax)
- El director general Karl Pötzlberger y el CEO de Bombardier Laurent Beaudoin con ocasión de la adquisición, 1970 (Archives, Museum ofIngenuity J. Armand Bombardier
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