A mediados de la década de 1950, la ola de motorización relacionada con las motocicletas y aún más con los automóviles también golpeó a Austria. Condiciones del mercado más liberales, una mejora en la situación económica , y por último, pero no menos importante, un cambio de perspectiva entre la población después de los años agotadores y de mucha privación de reconstrucción, favorecen la motorización a tarvés de todos niveles sociales.Si la motocicleta ya era un medio de transporte generalmente aceptado y popular en el período de entre guerras, la Segunda Guerra Mundial dejó principalmente el deseo de satisfacer las necesidades humánas básicas de alimento, seguridad y trabajo. La reconstrucción ocurre principalmente a través de la mano de obra. Ni hablar de medios de ayuda técnicos. Solo poco a poco las empresas industriales como Rotax llenan los vacíos. Por primera vez, la movilidad va más alla de las necesidades básicas mencionadas y en estos tiempos sirve al sentimiento de libertad. Bien sea con la bicicleta, la motocicleta o las nuevas categorías de productos, tales como el ciclomotor-scooter o el ciclomotor. Aparte de los fabricantes internacionales, también los fabricantes austríacos compiten por el favor del conductor. Steyr-Daimler-Puch AG como el mejor perro, pero también Delta-Gnom, RWC o KTM comienzan a producir motocicletas. También hay un jugador austríaco en el sector de scooters y ciclomotores. Los Wiener Lohnerwerke con su suministrador preferido de motores – Rotax.

Los Wiener Lohnerwerke también fueron los primeros que instalaron un motor Rotax  de desarrollo propio en sus ciclomotor-scooter. En 1957 se presentó el primer ciclomotor scooter puramente austríaco. Con sus dos asientos el “Lohner Sissy“ conquista muy pronto los corazones de los conductores. Los competidores en este momento solo pueden ofrecer ciclomotores para una persona. El corazón del ciclomotor diseñado para el servicio tándem es un motor de tres velocidades de Rotax.