El sector de los vehículos adquiere cada vez más importancia. Motos, motos de nieve y otros muchos tipos de vehículos a motor apuestan por la potencia de Rotax. La potencia y la fiabilidad han acompañado a la marca Rotax desde sus inicios en el sector de las bicicletas. Y, al igual que antaño, se piensa en intensificar las actividades en deportes de carreras. El fundamento para ello lo forman las generaciones de motores de los años sesenta, los cuales se basan cada vez más en un diseño propio, el cual se intensifica aún más en el transcurso de la adquisición por parte de Bombardier. En cualquier caso, los conocimientos de ingeniería de Rotax se reflejan en motores diseñados por entusiastas de la empresa. De esta forma, Rotax apoya a Heinz Lippitsch, piloto emergente de motos y posterior jefe de desarrollo de Rotax, y a su equipo suministrándoles los competitivos motores Rotax. El equipo «Rotax Renngemeinschaft Austria» crea sensación. En la presentación de las máquinas con motivo del «Jochen-Rindt-Show» en 1967, Jochen Rindt y Jack Brabham, leyendas del mundo de las carreras, se encuentran entre los admiradores.

Los motores Rotax demuestran su potencia, además de en los deportes de carreras, logrando récords del mundo de velocidad. El primer intento exitoso tiene lugar en octubre de 1968 en la autopista de Anif, cerca de Salzburgo, Austria. «En la categoría de 125 cc en el kilómetro, alcancé 125,264 km/h con salida parada, y 176,039 km/h con salida lanzada; mientras que en la milla conseguí 142,418 km/h con salida parada, y 172,891 km/h con salida lanzada. Estos récords aún están vigentes hoy en día», nos cuenta Heinz Lippitsch, jefe de desarrollo y piloto del equipo Rotax de los récords.