Ya hace tiempo que la guerra ha llegado también a Schweinfurt. Los ataques aéreos de los aliados dañan seriamente la infraestructura alemana, especialmente la industria pesada, como la producción de municiones, rodamientos y motores. De modo que se decide externalizar algunos sectores y, a ser posible, sin que los aliados se enteren. Por ello, para fichtel & Sachs, es una gran ventaja poseer una marca como Rotax, conocida principalmente por fabricar piezas de bicicletas. Se toma la decisión de que la empresa Rotax-Werk AG se establezca en Wels, donde se empieza de forma activa a producir componentes en las instalaciones de la empresa Reformwerke, Bauer & Co, descreditada por el régimen nacionalsocialista. Con un capital social de 360.000 Reichsmark (marcos imperiales), una planta de producción y una notable cantidad de trabajadores, se empiezan a producir motores estacionarios.

A pesar de la aparente autonomía, la realidad es que se sigue dependiendo del grupo matriz. Todo ello a pesar de que se le concede un estatus especial a la Rotax-Werk AG. La producción de motores se vuelve tan importante desde el punto de vista económico, que Fichtel & Sachs externaliza la producción de los motores de 75-160 cc a Wels. Al mismo tiempo, la empresa juega un papel cada vez más importante en la planificación de la guerra, de modo que, a veces, debe informar diariamente al mando militar. Pero el estatus especial de Rotax-Werke se refleja también en el personal. Las fábricas cuentan con 700 empleados, entre ellos prisioneros de guerra y trabajadores civiles extranjeros.

Los años de crisis de la década de los 30 afectan también a la ciudad austriaca de Wels. La gran tasa de paro y la bajada del consumo que ello conlleva afectan a la industria. Además, también se siente la agresiva política económica de Alemania en el preludio de la unión de los dos países. Muchas empresas cierran, todas bajan su volumen de ventas y su número de empleados.

Tras la unión con Alemania se vuelve a sentir un poco de optimismo, ya que se espera que se abran nuevas oportunidades de mercado. Pero pronto queda clara una cosa: en los esfuerzos de guerra solo tiene importancia la industria pesada. Todo el que no se doblega económicamente es atacado política y socialmente. El gobierno nacionalsocialista expropia las empresas a judíos y a todos los empresarios que considera indeseables. También empresas como la Reformwerke, Bauer & Co, cuyas instalaciones se convertirán más tarde en la sede de la Rotax-Werk AG al trasladarse a Wels, son puestas bajo el mando de los responsables nacionalsocialistas a través de hostigamientos, acosos y enemistades personales. El 25 de agosto de 1944, la nueva sede de la empresa Rotax-Werk AG es inscrita en el registro mercantil de Wels. Aunque en los primeros años de la guerra consigue librarse de los ataques aéreos, en 1944 los bombardeos se intensifican y Wels los sufre también. Durante mucho tiempo se consigue mantener el suministro de materias primas, ya que la producción de Rotax es muy importante en los esfuerzos de guerra.