A principios de la década de los setenta trabajan 900 empleados en la sede de Rotax en Gunskirchen. Con la adquisición por parte del grupo canadiense Bombardier, la empresa no solo se moderniza enormemente, sino que también la gama de productos de Rotax continúa desarrollándose de forma paralela a como lo hacía antes de la adquisición por parte de Bombardier. En la producción de motores, Rotax se dedica cada vez más a motores dinámicos para motos y motos de nieve, mientras que en otros campos se van reduciendo paso a paso los pedidos especiales, por ejemplo, en los sistemas de sujeción de herramientas.
Pero también la producción de motores cambia. Tras la adquisición por parte de Bombardier la producción se centra, en un primer tiempo, en los motores de motos de nieve, mientras que, a mediados de la década, se incorpora un nuevo campo de producción. Tras el milagro económico de la década anterior, las motos se han establecido como medio de transporte alternativo y vuelven a estar de moda como vehículo deportivo y de ocio. ¡Justamente en este sector es donde se busca cada vez más rendimiento, velocidad y potencia! Los ingenieros de motores de Gunskirchen saben cómo responder a estas exigencias y, poco después, la marca de motos de Bombardier, la Can-Am, ofrece la ocasión perfecta para el desarrollo de estos nuevos motores de alto rendimiento.