El año 1955 no solamente es un año importante para la República de Austria. El 15 de mayo se encuentra el Ministro de Relaciones Exteriores, Leopold Figl, en el balcón del Palacio Belvedere y anuncia lo que se recordará décadas después “Austria es libre”. El Contrato del Estado no solamente es de importancia política. Con la firma del contrato, la antigua “Propiedad Alemana” se reembolsa parcialmente a sus antiguos propietarios. Las empresas que exceden un límite de valor se convierten en propiedad de la República. Precisamente este límite excedió la empresa de Rotax Werke AG, cuando se trasladó a Austria como subsidiaria de la alemana Fichtel & Sachs AG. El capital social está valorado en 12 millones de Chelines, lo que se convierte en propiedad de la nueva República. A pesar de ser propiedad del Estado, Rotax no es una empresa estatal en el sentido más estricto. La empresa en Gunskirchen es uno de losvalores patrimoniales transferidos a la República de Austria en virtud del Contrato Estatal y debe de ser tratado de conformidad con las disposiciones de la 1. Ley de Ejecución del Contrato Estatal del 25 de julio de 1956. Nada cambia en la gestión operativa de la empresa. El Dr. Theodor A. Ebster nombrado ya después del final de la guerra sigue como Presidente del Consejo y del Consejo de Administración en una sola persona y lleva ahora al fabricante austríaco de motores a la era del milagro económico.