El 5 de marzo de 1970 comienza una historia de éxito. El grupo canadiense Bombardier adquiere la empresa austriaca Lohner-Werke y, con ello, también la planta de Rotax en Gunskirchen. Ya en el primer encuentro entre Joseph A. Bombardier, fundador de la empresa y pionero de las motos de nieve, con los por aquel entonces responsables de Rotax queda clara la afinidad mutua. Todos comparten la misma visión de motores potentes e innovadores, apuestan por una colaboración personal, casi familiar, y dan valientes pasos para asegurar e incluso ampliar la sede de Gunskirchen en una década, la de los setenta, muy turbulenta tanto en lo económico como en lo social. Y aún hay más: las reestructuraciones alrededor de la venta de la división de deportes de motor a comienzos del nuevo milenio convierten definitivamente a Rotax en el centro neurálgico del grupo de empresas BRP. Además, todo esto allana el camino para poder seguir afianzándose en el mercado como fabricante de sistemas de propulsión de primera calidad.

En Gunskirchen se festeja este día tan especial de forma conjunta. El equipo directivo y los empleados celebran con especialidades culinarias austriacas, con un pastel de carne y panecillo (Leberkässemmel) y tarta “Sacher”, las “bodas de oro” la colaboración con el grupo matriz canadiense. El antiguo presidente del consejo de BRP, Laurent Beaudoin, y CEO de BRP, director y presidente del consejo, José Boisjoli, felicitan a través de un mensaje de vídeo a todos por la exitosa colaboración austro-canadiense.