En el mismo año en el que se moderniza la fábrica en Gunskirchen, 1988, Rotax emprende un segundo intento en la fabricación de motores para las motos de agua Sea-Doo. Se trata de un motor Marina de dos cilindros, controlado por válvula rotativa y refrigerado por agua. Este motor Rotax otorga 37 kW más de potencia que su antecesor. Bombardier trabaja junto con Rotax, además de los motores, en adaptar la gama de modelos a los diferentes campos de aplicación y a las necesidades de los clientes. Ya se trate de la suavidad de los motores y el suministro homogéneo de potencia en vehículos familiares o de ocio, o bien de la fiabilidad en curvas de carga extremas en el ámbito de los deportes, con los diferentes modelos de la nueva generación Sea-Doo con motores Rotax, todos encontrarán lo que buscan: vehículos de ocio, familiares o deportivos, con uno a tres asientos. Los esfuerzos se ven recompensados. En 1994 las motos de agua Sea-Doo se convierten en líderes en el marcado mundial adelantando a la competencia japonesa de Kawasaki y Yamaha.